top of page
Frijol.png

EL FRIJOL

Dentro de las montañas hay lugares que son de difícil acceso, que tienen topografías complejas, y donde hay derrumbes de forma regular. En estos sitios, las actividades productivas deben estar adaptadas a estas condiciones. Esto es lo que sucede en San Juanito, Meta. Aquí, el frijol se posicionó como principal actividad productiva y la economía del municipio se desarrolló alrededor de este cultivo.

5360106.jpg

El frijol cumple con ciertas características que lo hacen idóneo para esta zona: se adapta a distintos pisos térmicos, crece muy bien entre los 15 y 27 grados Celsius, es una planta resistente ya que al enrollarse se aleja de los riesgos de estar en el suelo y aumenta su capacidad fotosintética y, además, si se seca de forma adecuada, permite ser almacenado por un tiempo por si las condiciones no son favorables para su comercialización.

Paises productores frijol_edited.png

Es una planta originaria del continente americano. Es uno de los alimentos más antiguos y forma parte esencial de la dieta humana. Actualmente, es uno de los alimentos más consumidos en el planeta, cerca de 150 países lo producen.

En Colombia, las principales regiones cultivadoras de frijol son Nariño, Huila, Bolívar, el oriente de Antioquia, Boyacá, Santander y Tolima.

FRijol Colombi (1).png

Según la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (FENALCE), en 2017 se sembraron 90.833 ha de frijol en Colombia y la producción fue de 115.609 toneladas. En ese año, en el departamento de Meta contribuyó con el 2.4% de la producción. De ese porcentaje, San Juanito contribuyó con 61,8%, más de la mitad de la producción del departamento.

San Juanito es un municipio con una extensión total de 24.357 hectáreas. 12.422 hectáreas, un poco más de la mitad del municipio, hace parte del Parque Nacional Natural Chingaza. En 2017, el 6.2% del territorio fue cultivado con este producto.

Frijol-antioxidante-web.png

‘’Una de las particularidades de San Juanito es que tiene unos sistemas de producción vulnerables y poco sostenibles ya que son dependientes del frijol. El día que haya una plaga complicada se fue a pique la economía’’ anota Juan Carlos Clavijo, actual director del Parque Nacional Natural Chingaza.

San Juanito es un municipio con una extensión total de 24.357 hectáreas. 12.422 hectáreas, un poco más de la mitad del municipio, hace parte del Parque Nacional Natural Chingaza. En 2017, el 6.2% del territorio fue cultivado con este producto.

Según la memoria de los pobladores, el frijol llegó hace aproximadamente 30 años al municipio. ‘’El cultivo de frijol lo trajo un señor Costa Peña. Sembró unas libras, cogió unos cuantos bultos y cuando los vendió en Bogotá, se dio cuenta que era bueno’’ cuenta Jacobo Herrera, campesino agricultor oriundo de San Juanito.

Históricamente, en San Juanito eran productores pecuarios, se auto abastecían y comercializaban productos a una escala muy pequeña. El flujo de efectivo era bajo. Cuando el frijol llegó se convirtió en un cultivo de bonanza ya que empezó a circular mucho dinero en el territorio, esto dinamizó la economía.

1-1238813_26934058.jpg

La carga de frijol (250kg) se pagaba a casi 1 millón de pesos. Debido a esto, las personas empezaron a establecer más cultivos, por lo que la frontera agrícola empezó a expandirse. ‘’Primero el que más sembraba era casi una hectárea porque tocaba con azadón. Pero resulta que llegan los herbicidas y ahora una familia puede sembrar ahora hasta 14 hectáreas’’ comenta Jacobo.

Según el DANE, producir una hectárea de frijol cuesta 4.066.125 pesos y en promedio, el rendimiento del frijol es de 1,12 toneladas/hectárea. Teniendo en cuenta que hoy en día la carga tiene un precio entre 650.000 y 750.000 pesos, cada hectárea de frijol se paga en promedio entre 2.908.620 y 3.356.100 pesos, dependiendo del precio que se esté manejando en el mercado. Esto supone que haya pérdidas económicas ya que los costos de producción no están siendo cubiertos por completo.

gszZraWmga_1200x1200_edited.png

‘’Hay un alto riesgo económico cuando una sociedad depende de una sola actividad productiva. Se dejan de lado las garantías de vida y están sujetos a los precios del mercado que son muy fluctuantes. Al realizar unos análisis financieros en el municipio frente al cultivo de frijol y de maíz, se encontró que hay una tasa interna de retorno negativa. Esto se genera porque muchos de los costos de producción los están tomando como utilidad, por ejemplo, la mano de obra. Por lo tanto, el frijol no es tan rentable como muchas lo presentan los cultivadores’’ comenta Hernando Garzón, doctor en desarrollo sostenible, que ha venido trabajando con la comunidad de San Juanito por 8 años, aproximadamente.

Además, la mayoría de los cultivadores se financian a través del banco agrario. Estos créditos deben ser pagados a la cosecha, y como se vuelven tan sensibles a las fluctuaciones del mercado, muchos de ellos no tienen la posibilidad de almacenar la cosecha y esperar a que el precio suba un poco, generando pérdida y manteniéndose en un ciclo de endeudamiento.

frijiol_voluble3.jpg

Debido a todos estos factores, y a la insostenibilidad que se están generando, no sólo en el componente socioeconómico se ve afectado sino también en el ambiental por actividades como el uso inadecuado de agroquímicos, la deforestación por la expansión de la frontera agrícola y la extracción de recursos forestales para los tutores del cultivo, ya que se utilizan entre 700 y 1200 tutores de madera por cada hectárea.

 

Debido a esto, hay habitantes interesados en generar alternativas productivas que se adapten a las condiciones de su territorio.

bottom of page